VELOCIDAD DE CIRCULACIÓN DEL DINERO
Las personas utilizan el dinero en la realización de los pagos vinculados a las compras que llevan a cabo para adquirir los productos y servicios. Este bien, por tanto, no permanece de forma fija en un punto concreto, sino que circula a un ritmo determinado.
La velocidad de circulación
del dinero es la frecuencia a la que cambia de manos el dinero en todas las
transacciones de una economía en un periodo, por lo tanto, es el resultado de
dividir el número de transacciones por la cantidad de dinero en circulación. La
velocidad de circulación depende de los tipos de interés, de la inflación y de
los gustos de la gente por poseer dinero en efectivo.
Factores que influyen en la velocidad de la circulación del dinero
La velocidad del dinero está
en relación con las circunstancias particulares de quienes forman parte de la
sociedad. Por ejemplo, un profesional que recibe un salario determinado
destina una parte del mismo a cubrir los gastos fijos y variables y, quizá,
utilice una cantidad para crear un fondo de ahorro a largo plazo.
La cantidad dedicada a cubrir
otros costes, por el contrario, sí inicia un movimiento, a partir de este
proceso, el dinero pasa de las manos de su propietario a otro destinatario que
se convierte en poseedor del bien que ha recibido. Como tal, lo utiliza de
acuerdo a sus expectativas actuales (tal vez lo use para la realización de una
compra).
¿Y qué ocurre con los
negocios? Las empresas están condicionadas por datos particulares como los
beneficios y la rentabilidad. Si las ganancias son altas, pueden destinarse a
fines concretos como mejorar el salario de los trabajadores que forman parte de
la plantilla o solucionar alguna deuda pendiente.
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